Al principio unos de los reclamos principales la película era “las recetas de Gross y Klein” la película de animación de presupuesto cero.
Después consideramos la posibilidad de dar a entender que lo más importante del proyecto fue haberlo hecho prácticamente todo entre 2 personas si un euro y con equipos muy amateurs. En realidad –y lamentablemente- una película de bajo presupuesto no es garantía de buen resultado. Tampoco es una disculpa o escusa en el caso de desastre. Nunca fue esa nuestra intención. Y nunca usaremos eso de “pero es que” Nuestra película es tan mala o tan buena como cualquier otra de más de 2 millones de euros. Considero importante decir que hemos trabajado en condiciones infrahumanas porque la mayoría de decisiones importantes son producto de esa falta de medios. Desde que escribí el guión hasta la elección del último plano, el proyecto es un dispositivo narrativo que podía convertirse en serie para internet, en cortometrajes varios, o en piloto de serie porque no había garantías de continuidad…es un contenido que ha tomado forma de largometraje porque casi todo ha salido bien. Un par de flexos del chino y un saco de escayola dan para mucho.